No es necesario que sufras en la casa del pueblo como te he contado en mi entrada de agosto. Para ello, te dejo a continuación unas guías excepcionales para que no te pierdas nada de una opción más que interesante.
Equípate con todo lo necesario aprovechando las ofertas en material de acampada y ponte en marcha.
A los de Castilla, siempre nos ha gustado Cantabria, es la playa más cercana y no en vano, Santander formó parte de Castilla la Vieja, así que era como seguir en casa.
De hecho, cuenta mi
madre, que mis primeros pasos los di en la playa del Sardinero. Tenía yo un
añito de edad y me imagino, que viendo que la arena es blandita el golpe no
podía ser muy duro, me lancé a caminar.
Algumos años después seguí disfrutando de sus costas y montañas cuando iba de acampada.
¿Y aparte de mar y playa?
Pero Cantabria no sólo tienes playas. En esta tierra encontrarás planes para todo tipo de viajero; balnearios, parques naturales, cuevas, cultura, conjuntos arquitectónicos… y si además eres de buen comer, estás en el enclave perfecto.
Uno de los sitios que más me gustan es Santillana del Mar, que ya se sabe, ni es santa, ni llana ni tiene mar, pero es un enclave precioso y declarada hace muchos años conjunto histórico-artístico.
Además de sus múltiples atractivos, si eres morboso, no dejes
de visitar su museo de la
inquisición, donde podrás ver los aparatos de tortura empleados por la
Santa Inquisición. Ahora que los han quitado la sangre y las vísceras ya dan
menos miedo, pero hay rumores de que los quieren volver a usar con los que no
llevan la mascarilla puesta.
Y hablando de mascarilla, ya sabes que ahora tenemos un nuevo carné por puntos aparte del de la DGT: 1 punto por llevar la mascarilla sin que cubra la nariz, 2 por llevarla de bufanda, otros 2 por colgarla sólo de una oreja, si tienes 2 orejas claro y finalmente 5 si la llevas en el codo, que eso mola sólo para el casco de la moto.
Una vez
pierdas todos los puntos, te quedas confinado. Ya sé lo que estás pensando, que
no puede haber mejor sitio para quedarse confinado que Cantabria, pero te
aseguro que es mucho mejor disfrutarla de un extremo a otro.
Y mucho mejor aún, que en lugar
de que te lo cuente yo, lo vivas de primera mano. Haz la maleta, llénala de
ropa y sobre todo de ilusión, ganas de pasarlo bien y déjate llevar por tus
emociones. Tampoco te olvides una buena crema para tu cara, que el sol y el aire resecan mucho.
En el siguiente enlace tienes
todo lo que puedas necesitar para tu escapada rural a ese paraíso, los mejores restaurantes y gastrobares donde
comer, alojamiento de ensueño y sitios que no puedes dejar de conocer.
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