NOCHE DE REYES
- ¡Por todos los Dioses del
Olimpo! -bramó el rey de bastos golpeando con su maza sobre la mesa. Yo soy el
rey más poderoso que jamás haya reinado. Con mi garrote aplasto las huestes de
cualquier contrincante que ose hacerme frente.
-Lamento quitaros la razón –
respondió el rey de espadas. Mi ejército, con las suyas, puede ensartarlas en
las entrañas del enemigo, clavarlas en sus corazones, cortar cabezas y
desmembrar a quién lo desafíe.
-Sois demasiado primitivos –
intervino el rey de copas. La fuerza bruta puede ganar algunas batallas, pero
en ocasiones la sutileza impera. ¿Acaso no recordáis la conquista de Troya?
Nada pudieron lograr los ejércitos, sino que fue cuando todos los defensores de
la ciudad quedaron embriagados, cuando se flanquearon sus murallas y sometieron
a sus ocupantes.
- Olvidáis, mis queridos amigos,
que el dinero todo lo puede – señaló el último de los presentes, el rey de oros.
Con mis riquezas puedo reclutar cualquier ejército de garrotes o espadas, igual
que comprar tantos odres de vino como sean necesarios para extasiar pueblos
enteros.
Por muy Reyes que sean...discuten como los demás
Continuaron su discusión durante
horas, hasta que un sirviente les interrumpió anunciando que una comitiva
solicitaba permiso para pernoctar a las faldas del castillo. Los hicieron
entrar a su presencia, y viendo que se trataba de los Reyes Magos de Oriente,
pensaron que podrían ayudarles a dirimir su disputa. Una vez defendió cada uno
sus argumentos, el rey Melchor tomó la palabra:
El anciano Rey Melchor expuso sus argumentos
-Lamento despertaros de vuestra
ensoñación. El rey más poderoso es el que está a punto de nacer, el Rey de los Judíos.
Nosotros nos dirigimos hacia Belén a honrarle y presentar nuestros respetos.
El rey de bastos esbozó una
sonrisa y respondió:
-No existe palacio alguno en
Belén. ¿Cómo puede, el que llamáis rey de reyes, venir a este mundo si no es en
un palacio que haga parecer establos al resto?
Esta vez fue Gaspar quién que
replicó a su interlocutor:
Continuó la explicación el Rey Gaspar
-El Rey de los Judíos no necesita
demostrar su poder con bienes terrenales, no se valora con los mismos criterios
que el hombre.
Finalmente, Baltasar concluyó:
- Llevamos varias semanas
siguiendo una estrella que nos guía hasta el lugar preciso de su nacimiento. ¿Acaso
conocéis algún rey tan poderoso que incluso los astros le obedezcan?
El Rey Baltasar acabó por desconcertarlos
Avergonzados por su soberbia, los
cuatro reyes dieron por finalizada su discusión y ofrecieron a sus invitados
los mejores aposentos del castillo. A la mañana siguiente, como muestra de
sumisión y reverencia, solicitaron a los Reyes Magos que ofrecieran al que iba
a nacer un regalo en su nombre. Dicho presente simbolizaba su insignificancia y
sumisión a que el auténtico rey de reyes los manejara a su antojo y gobernara
su destino.
De esta manera, los Reyes Magos y su comitiva
continuaron su camino siguiendo a la estrella, portando los regalos que ofrecerían al recién
nacido; oro, incienso, mirra y una baraja de naipes.
Y los Reyes Magos de Oriente continuaron hacia Belén
P.D: como los pastorcillos
armaban mucho jaleo y despertaban al niño, San José les regaló la baraja para
que se distrajeran sin hacer ruido. Es por ello, por lo que dicha ofrenda al
niño Jesús, desapareció de la tradición.
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