Dietas para perder grasa
*Imagen generada con IA
Ahora que estamos en plena cuesta de enero y que los excesos navideños ya los hemos dejado atrás, lo que más hacemos los españolitos son planes de dieta para bajar de peso, perder grasa…y sentirnos más atractivos. Antes de que abandones la idea, te vamos ayudar con los regímenes más divertidos ¿te apuntas?
La dieta definitiva para bajar de peso rápido y gratis
No hay nada que te haga bajar de peso con más celeridad que dejar de comer. Si claro, eso es de Perogrullo, si no comes pues adelgazas, no queda otra, pero el tema es cómo lograrlo.
¿Cómo te suena si te digo que eso ya existe un método probado desde hace tiempo? Pues te debe sonar a música celestial, y nunca mejor dicho, porque en un monasterio portugués hace siglos que encontraron la solución.
Es bastante normal que tengamos la idea de que los monjes están rellenitos. Entre lo que cultivan en su huerto, los animales que crían y las dádivas de los feligreses, nunca falta de nada para echarle a la marmita del convento.
Y si además hacen dulces…pues habrá que probar el material para ver si sale bueno antes de venderlo. ¡Control de calidad se llama!
Viendo que los monjes comenzaban a estar entrados en carnes, el abad del monasterio de Alcobaça tomó cartas en el asunto. Y de esto nos remontamos al siglo XVIII, que esto del sobre peso no es exclusivo de nuestros días. ¿Te suena el cuadro de las bellezas de Rubens?
E hizo muy bien, que la gula es uno de los 7 pecados capitales y eso no se puede permitir entre religiosos.
Ponerse en forma a los 40, 50 o a los que sea
No sé la edad de los monjes de este monasterio, pero vale para todas. La idea genial que tuvo para que sus colegas perdieran unos kilos no está exenta de guasa, mando construir una puerta estrechita, de tan solo 32 centímetros.
Pero esta puerta de 2 metros de alto y esos pocos centímetros de anchura, no era una puerta cualquiera dentro del monasterio, sino que era la puerta de la cocina. Y, por añadidura, ordenó que no se sirviera comida fuera de la misma.
Para comer, a los monjes no les quedaba otro remedio que atravesar la puerta para entrar a la cocina y, como en 32 cm no se puede entrar de frente a menos que tengas las espaldas de un niño, los monjes tenían que hacerlo de canto…si podían.
No me quiero ni imaginar el drama de que alguno, empeñado en que sí entraba se quedara atascado en medio.
Quizás por algo así se estableció eso tan religioso del ayuno y la abstinencia.
¿40 días de ayuno? Sí, es lo que tarda un monje gordito en dejar de estar atascado en la puerta de la cocina. Y mientras, todo el convento esperando.
Yo creo que los cantos gregorianos, que tienen algo de lamento, van a estar relacionados con esto.
A ponerse en forma, pero con orden
Siempre dicen que la presión social es muy importante y que, para lograr nuestros objetivos, no está de más que los compartamos.
Sí, que le digamos al mundo que vamos a lograr esto o aquello para que, por no tener que aguantar las burlas de los demás, pongamos más empeño en nuestras metas.
Pues en este monasterio ni siquiera hacía falta pregonarlo a los cuatro vientos, la presión social era más que evidente incluso antes de tener intención.
Imagina la congregación a la hora de comer, todos con hambre. Según escuchan el toque de campanas correspondiente todos corriendo hacia la cocina y, entonces llega el dilema. Si se atasca un monje el resto se queda sin comer, por lo que tienen que entrar a la cocina por orden de delgadez.
De esta manera, todos ellos se vigilan unos a otros y a los gorditos no los dejarían intentarlo primero. Así, en cuanto uno se quedaba atascado, el resto no sufrían demasiado, se hubieran quedado atascados igualmente.
¿Una dieta para bajar de peso saludablemente y con humor?
Si en tu casa lo ves un poco complicado poner una puerta de esas dimensiones, ¡a ver por dónde metes la lavadora! Tienes otras alternativas.
Una muy extendida en la dieta del sueño.
Es muy simple, si estás dormido, no estás comiendo. Si es que a veces lo efectivo no tiene por qué ser complicado. Y te garantizo por experiencia propia que funciona.
Yo llevaba algún tiempo escuchando lo del ayuno intermitente, eso de que el cuerpo, si no tiene nada en el estómago, se pone a comer toda la basura que tienes almacenada y te hace una depuración tremenda.
Sin embargo, no me decidía a ello porque me parecía excesivo quedarme sin una comida todos los días, hasta que un día escuché a un experto que sostenía que con hacerlo una vez a la semana era suficiente.
Aquello ya me pareció más razonable y me puse a ello.
Una dieta saludable o tortura china
El caso es que yo tengo la costumbre, como mucha gente, que después de cenar me quedo viendo un poco la tele y, si me interesa, se me alarga más de lo deseado.
Lo que ocurre es que con el estómago vacío ya no se está tan cómodo en el sofá delante de la tele, ni siquiera si lo que estás viendo es muy entretenido. Además, el cerebro es muy “cabrón”, y te cuento por qué.
Seguro que conoces eso de que nuestro cerebro nos hace fijarnos en aquello en lo que tenemos más interés. Si te quedas embarazada, no paras de ver mujeres en tu mismo estado y si piensas en comprarte un coche de una determinada marca, te parece que todos conducen uno igual.
Pues en mi caso, yo en lo único que me fijaba en la tele era en la comida. Me parecía que todos los anuncios eran de chorizos, quesos, hamburguesas… y para dejar de sufrir, acababa por irme a la cama, que una vez dormido el hambre se disimula.
Todavía recuerdo lo mal que lo pasé con la serie “The Bear”, una que va de un chef en Chicago. Además, la serie tiene muy buena fotografía y los planos cortos de la comida me hacían salivar más que a los perros de Paulov.
Los días de ayuno me tengo que poner otra cosa e irme pronto a la cama, doble beneficio, menos calorías y más sueño.
Y otro ejemplo de lo capullo que es nuestro cerebro es que, aunque hubiera acabado de comer a la 4 de la tarde, los días en que sé que no toca cenar, ya tengo hambre a las 6. ¡Todo un sinsentido!
Y motivarse adelgazando en pareja
Eso está muy bien para apoyarse el uno al otro.
Además, tienes la famosa dieta del cucurucho, comer poco y fo…mucho. La parte negativa es que si uno de los dos alcanza sus objetivos antes, lo mismo el otro tiene que buscarse una pareja alternativa para seguir el régimen, y eso puede crear tensiones.
No son cuernos cariño, es que continúo con la dieta.
Pero la compañía no tiene por qué ser humana. Los solteros, o se ponen a buscar pareja, o se pueden comprar un perro y sacarlo 3 veces al día para que haga sus cositas. Aunque claro, como dicen que el perro y el dueño acaban pareciéndose, no sé yo cuál sería el efecto.
Y es que se ven por ahí muchos perros gorditos, porque cuando el dueño saca algo para comer, se siente menos culpable si le da algo al chucho. Así luego se ven algunos a los que casi ni les da la barriga para agacharse a por las caquitas.
¿Algún régimen más?
Pues hay muchos, pero como no soy una influencer de Tik Tok, te dejo que vayas a verlas y te lo cuenten, que son más monas que yo.
Te explico una que me hizo mucha gracia, la dieta del perfume con olor a comida. Parece ser que si todo el día hueles a alimentos, se te quita el hambre, aunque a mí me ocurre justo lo contrario.
Lo malo es que no siempre es eficaz. En la biblioteca que frecuento hay un tipo que la “sigue” y tiene una buena barriga. Yo le apodo “El fritangas”, no hace falta que os lo explique, pero parece que usa el mismo jersey para freírse los san jacobos que para salir de casa.
Y hasta aquí el artículo de investigación sobre dietas. Dicen que reírse también quema calorías, así que espero que hayas chamuscado alguna leyendo esto.
Si conoces alguna que sea eficaz, nos la cuentas en los comentarios. Todo sea por mantener la línea.