Mis graciosos compañeros de trabajo
Hace varios meses asistí a una conferencia impartida por un consultor muy gracioso. Decía, que los currantes, los indios, no éramos todos iguales y que nos dividíamos en diversas tribus.No hace falta descubrir América para encontrarlos, los tenemos muy cerca.
Si lo miras con humor, en la oficina somos como las tribus indias
Los de más abajo
son los “Incas”, toda la jornada hincando
el codo sin parar y sacando adelante sus tareas y las de los demás. Los
siguientes en el escalafón son los “Mayas”, esos un poco caraduras que se pasan
gran parte del día en la máquina de café
y cuando llegan a su mesa preguntan al compañero (de la tribu de los incas) ¿“Mallamao” alguien?
Por encima de
estos nos encontramos a los “Aztecas”, que bien sea por cargo o por veteranía,
se permiten el lujo de asignarnos su trabajo…”Hazte cargo” de esto, de lo otro … Y finalmente, en la cúspide del
escalafón, tenemos a la tribu de los “Arapahoes”, que tienen más poder que el
resto y a veces nos hacen la vida imposible: “Ahora pa joer” adelantamos la reunión a las 8 de la mañana.
Al menos, si lo aceptan, ya no tienen que discurrir mucho para encontrar el disfraz para los carnavales de Cádiz.
Sin embargo,
cuando yo miro a los especímenes de mi oficina, me doy cuenta de que existen
muchas más categorías. Todas ellas con un nexo en común, su comportamiento en relación
a los marrones. Os lo describo a continuación, los nombres están en inglés que
suenan más internacionales y no descarto que algún día esto se publique en el
Harvard Review of Pychology.
Dicho así en inglés...suena mucho más científico
·
Brown bullfighther: este es el clásico por antonomasia. Todos conocemos a más
de uno en nuestro entorno. No importa lo gordo, viejo o lento que sea, cuando
se le acerca un marrón demuestra tener una cintura más grácil que la de una
bailarina de ballet. Aunque los marrones se le acerquen como asteroides de
“Star Wars”, siempre los torea con agilidad felina.
En mis tiempos del colegio ya los conocí. Eran esos chavales que siempre se escaqueaban de los trabajos en grupo. Ahora serán auténticos profesionales, llevan entrenanado desde jóvenes.
·
Brown forwarder: es un tipo que reenvía todos
los marrones que le llegan, es un mero transmisor, un eslabón de la cadena que
en cuanto le dejas se convierte en el eslabón perdido, “casi mejor que vayas tú
y se lo cuentas directamente, que seguro que lo haces mejor que yo”. Una versión refinada de este estilo es que lo llaman… “consultor”, va a tu oficina, te dice los problemas que
seguro ya conoces más otros nuevos que se le ocurren y te deja allí solo para
que los resuelvas tú. Y como te ha cobrado una pasta, el jefe te insiste en que
sigas sus instrucciones para resolverlos, ¡como si se pudieran resolver tan
fácil no lo habrías hecho ya! También son de este tipo los que se denominan
gestores.
·
Brown ventilator: si, si, en inglés culto se
dice así. Esparce los marrones a todos sus compañeros. Sin control y con tanta
rapidez, que a veces la mierda le roza un poco, pero sólo un poco.
Yo, con compañeros de trabajo así,... me hago autónomo
·
Brown sharer: es una versión más avanzada del
ventilator. Comparte sus marrones pero de una manera más ordenada, para que no
salpiquen. Y siempre convenciéndote de que es lo mejor para todos.
· Brown thrower: del estilo del forwarder pero más
tosco, patada hacia adelante. Que le piden un informe de las ventas del último
año, pues él hace un montón de preguntas, que si se desglosan por territorio, o
agrupadas, o por meses, con porcentajes de desviación frente al objetivo…en
fin, tantas opciones, que acabas por desestimar la idea o por pedírsela a otro.
Si es que no hay nada como saber hacer preguntas, y muchas para que sea más teidoso explicarlo que hacerlo tu mismo
· Brown dealer: es la evolución última de los
anteriores. Reparte los marrones y ya se sabe, el que parte y reparte, se lleva
la mejor parte, que es este caso es
ninguna. Los jefecillos suelen ser de este tipo, llevándose el mérito de la
solución o excusándose del fracaso…” si ya lo dije yo desde el principio”
· Brown creator: es el que, haga lo que haga,
siempre genera marrones a su alrededor. En principio puede darnos pena, pero no
nos confundamos, el hecho de que genere marrones de la nada, no significa que
se los coma él solito. Cuidadito, no acercarse a un Brown creator si también
tiene rasgos de dealer.El nuevo de contabilidad debe ser gafe...no es un brown creator, cuidadito
El nuevo de contabilidad debe ser gafe...no es un brown creator, cuidadito
· Brown eater: este sí que nos tiene que dar pena.
Como su nombre indica, se acaba comiendo todos los marrones, bien sean creados
por él mismo si es también creator, o los que le llegan de cualquier otro.
Evita por todos los medios convertirte en uno de ellos.
· Boomerang browner: intenta ahuyentarlos a toda
costa, por mucho que insistas en enchufarles un marrón, éste te volverá
inevitablemente. Puede que lo veas en su campo, pero ese marrón vuelve al tuyo
sin duda. Esta oficina es un peligro...caen marrones como moscas
Esta oficina es un peligro...caen marrones como moscas
· Fronton browner: es como el anterior, pero el
marrón que te vuelve puede hacerlo más fuerte, más jodido y con efecto.
· Last minute browner: los que te enmarronan 5
minutos antes de la hora de marcharse. A esta gente hay que evitar contestarles
al teléfono o leer sus correos de última hora (recuerda, el correo, whatsup…
dejan rastro).
· Brown seeker: o busca marrones. En principio
puede parecernos masoca o tonto, pero cuidadito porque si además de busca
marrones es un dealer o thrower, el marrón le caerá a otro mientras ellos se
llevan el mérito por descubrir el problema.
· Barbie browner: es la típica niña mona, que como
está tan buena y es tan encantadora, nos pasa sus marrones y además agradecemos
que nos dirija la palabra ¡ya tenemos una excusa para hablar con ella, yupi!
Los hombres somos así de tontos, así que sobran los comentarios.
Supongo que también
existirá el coca-cola man browner, pero esos a mí no se me acercan y no los puedo
describir con propiedad.
¡Qué peligro! mejor una oficina virtual y teletrabajamos
La verdad es que con tanto marrón pululando por la oficina, yo estoy deseando que comercialicen ya el asistente robot y que lidie por mi, ¡qué descanso!
Y estos son
todos los que tengo identificados en mi oficina. El próximo día, cuando
lleguéis al trabajo, observad qué categorías tenéis al lado. Recordad que para
combatirlos, primero hay que identificarlos. Y si encontráis algún otro tipo, compartidlo,
que en el conocimiento está la salvación.
Jajajjajaja que razón tienes Pedro..., los que venden a sus compañeros para escalar puestos pero, que al mismo tiempo se meten en mmarrones y piden ayuda a los mismos compañeros que intentan vender... Estos ¿les llamarías?
ResponderEliminarLo de la barbie...jajajjajaja que tontos sois los tíos
El coca cola por muy bueno que esté... sus marrones que se los coma el solito jajajjajaajjaja
ese es claramente... un Judas browner
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarPedro, si te paras a pensar en serio...(bueno, tu si que te paraste) si que existen este tipo de especímenes. Hay muchos trabajadores muy competentes y que son muy buenos compañeros, pero si es verdad que se cuelan entre ellos los que tu nombraste.
ResponderEliminarclaro, si es que la realidad, siempre supera a la ficcion
EliminarEl Judas browner...JajJajaja
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