La guerra comercial

 

Disputas comerciales

 

 

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 Imagen generada con IA

Seguro que has oído hablar de la guerra comercial que ha iniciado el presidente Trump contra todo el mundo. También aseguraría que estás más o menos al tanto de las amenazas de uno y otro lado, pero te aseguro que de las consecuencias de la guerra comercial de las que te voy a hablar no tienes ni idea. Quédate y te lo cuento.

 

La guerra comercial entre EEUU y China

El presidente norteamericano ha amenazado con imponer una serie de aranceles a los productos del gigante asiático.

¿Cómo han respondido ellos?

Pues entre otras medidas serias que ya te cuentan en otros medios, la población china ha decidido vengarse de una manera un tanto escatológica, comprando en masa escobillas con la imagen de Trump.

Sí, como te lo cuento.

Se trata de la típica escobilla de baño que ya conoces, pero al final tiene una figurita que imita al presi americano. Un tipo con traje azul, corbata roja y la parte de la escobilla de color amarillo-dorado, de ese del que se tiñe nuestro protagonista.

¿No te parece una venganza muy ingeniosa?

Además, ¿te imaginas una manifestación anti USA de miles de chinos blandiendo sus escobillas de váter?

 

La rivalidad siempre da negocio

Y es que esto de llevarse mal con alguien es siempre motivo de negocio para el que tiene espíritu empresarial y, los chinos son unos auténticos fieras para los negocios.

No quisiera yo hacer ahora un chiste escatológico, pero si algún chinito quisiera teñirle el pelo a Trump…no te explico cómo, que seguro que te lo estás imaginando.

Pero aparte de esta rivalidad internacional, piensa en todos los piques que tenemos a nivel más local. Con el pueblo de al lado, la región colindante, con el país vecino…y en lo que más, con los del equipo contrario.

Supongo que ya estará inventado, pero si no es así y alguno os forráis con la idea que voy a dar, espero que os estiréis un poco. Imagina el placer que debe darte cada mañana, después de eso que nadie puede hacer por nosotros…utilizar un papel higiénico con los colores del equipo rival.

Tiene que ser una sensación única para los muy forofos. Y ya que comenzamos hablando de escobillas de inodoro, pues rematar la faena con una del eterno rival, tiene que ser la mejor manera de comenzar el día para algunos.

Que me perdonen los béticos, pero a eso de “El Betis manque pierda”…le cambias la “p” por una “m” de un santiamén.

 

Inventos absurdos e inútiles

Pero es que en eso de inventos ridículos los orientales son unos auténticos expertos, no hay más que ver todo lo que se puede encontrar en las webs asiáticas. Algunos inventos yo creo que podrían ganar hasta un premioNobel.

Yo la verdad es que no lo entiendo muy bien. Las casas japonesas tienen fama de ser bastante pequeñas, que allí sí que tienen una verdadera crisis de la vivienda y, sin embargo, no hacen más que inventar aparatejos de dudosa utilidad.

¿Los comprará alguien? Yo me temo que ellos solo tienen la idea, los producen y luego los occidentales se los compramos.

Veamos algunos ejemplos de ideas ingeniosas de dudosa practicidad.

 

Los inventos más ridículos del planeta

¿Duermes mal? Pues eso va a ser que no tienes la almohada adecuada. Quizás tu problema se solucione con una almohada avestruz.

¿Y en qué consiste eso? Pues es una funda acolchada en la que metes la cabeza y que tiene 2 agujeros por encima para meter las manos. Es algo así como adoptar la postura de las bailarinas de ballet, pero en horizontal.

Puede que no la veas mucha utilidad, pero para dormir sobre una mesa o en los viajes apoyado en la bandeja del respaldo, puede venir bien.

Y si necesitas un buen abrazo para dormir mejor…entonces lo que buscas es una almohada-pareja, que es una normal a la que le han cosido un brazo de goma espuma para que te lo eches por encima.

Pero vamos con algo más práctico, un artilugio para que cuando te cortes el pelo no caiga al suelo.

Si ya el invento suena raro y le añades que pocas personas se cortan el pelo a sí mismos, pues ya te haces una idea de las ventas. Quizás nos sorprenda, pero aparte del propio inventor y unos regalos promocionales, pocas unidades se habrán comercializado.

El invento es una cosa muy sencilla. Es una funda corporal con agujeros para los brazos que tiene unos tirantes en la parte de abajo. Cuando te echas los tirantes sobre los hombros, el delantal se levanta y crea una especie de “ala de sombrero” sobre el que cae el pelo cortado.

¡Con lo fácil que es barrer el suelo después! Pero hay gente para todo.

 

Inventos para mis queridas mascotas

Por supuesto no podían faltar. Si ahora hay más mascotas que niños, el negocio está en que sus dueños sin descendencia se gasten la pasta en ellos.

Uno que parece práctico, pero que lo dudo mucho, es un secador de perros.

Consiste en una bolsa en la que metes al perro y le enchufas por un lado con un secador de pelo. Se supone que el aire caliente se distribuye por la bolsa secando a tu mascota.

¿Y por qué me parece poco práctico? Pues porque ya sabemos la costumbre de los perros de darse un par de sacudidas cuando están mojados, así que tienes que ser tremendamente rápido. Nada más soltar la manguera meterlo en la funda.

Pero todo sea dicho, igual que el perro de Pavlov aprendió, al tuyo le puedes convencer de que lo que le espera es una sensación de calorcito muy agradable y se preste a ello.

Aunque imagino que él dirá, primero me sacudo y ya luego me meto a que me den un chorro de aire calentito.

Otro invento también ridículo es la joya “íntima” para gatos.

Ya sabes que lo gatos tienen la costumbre de llevar el rabo elevado dejando a la vista el “ojete”. Pues bien, ante tal espectáculo indecoroso hay quién inventó una joya para tapárselo.

Es como una medallita como las que nosotros llevamos, pero en lugar de colgar del cuello, lo hace del rabo.

Y si no te parece suficiente con lo anterior, qué te parece un bozal con forma de pico de pato. Sí, dicen que a algunas personas no les gusta llevar a su perro con bozal y que así se disimula.  ¿De verdad?

 

Me rio yo de algunos inventos “geniales”

Seguro que has escuchado alguna vez eso de “tienes los huevos cuadrados” para las personas que tienen mucha pachorra o son tercos como una mula.

Pues ahora es posible que los tengas con este nuevo invento. Se trata de una cubitera con forma cuadrada para cocer huevos.

Yo creo que eso tiene que saber hasta diferente, tu cerebro no asocia el sabor de un huevo cocido que no tiene forma de huevo.

 

Y ya dejo de contarte más inventos geniales. Espero que no hayas descubierto que la idea que pensaste que era única ya está inventada.

Ah y si todavía no te has imaginado cómo es la escobilla de váter “trumpista”, sigue el enlace.

¿Habrá algún modelo de nuestros políticos? Tendré que investigar en el chino del barrio, pero con el pelazo que tiene Puigdemont…es un firme candidato.

Un tesoro enterrado

 

El tesoro escondido

 

 

¿Te imaginas que te encuentras un tesoro enterrado en el jardín? Pues si eres español casi olvídate, tenemos la costumbre de vivir en pisos, sin embargo, eso es lo que le ocurrió a un agricultor danés.

*Imagen generada con IA

 

Todo el día currando para…encontrar un tesoro enterrado

Eso debió pensar un agricultor del norte de Dinamarca que se encontró un saco lleno de billetes cuando limpiaba su jardín.

¿Te imaginas? Estás haciendo un agujero en la tierra para plantar unos rosales y de repente aparece un saco viejo. Si te ocurre esto lo más probable es que sean los restos de un gato que con todo su cariño enterró tu abuelo años ha, pero en el caso de ese hombre, aquel saco contenía un montón de billetes.

Estos nórdicos son tan honrados que dicen las noticias que lo primero que hizo fue avisar a la policía. Aunque también hay que pensar que el hombre se conformaba con la recompensa, que según la legislación danesa, es del 10%.

Y si somos un poco cabroncetes también podríamos pensar que los billetes eran antiguos y no los podía colocar haciendo compras por ahí, que todo es posible.

 

Y por qué a mí no me pasa

¡Y mira que lo intento!

En mi familia tenemos una segunda residencia en el campo. Según cuenta la historia, o los dichos de los lugareños, el tesoro del noble que dominaba aquellas tierras nunca se encontró y, aunque nuestra casa está a 3 km del castillo, siempre sueño ¿y por qué no?

Porque piénsalo bien ¿dónde buscaría todo el mundo un tesoro? Pues en las mazmorras o los subterráneos del castillo, dentro del pozo, en un hueco del muro…

Y como esos son los lugares más probables, un noble inteligente lo haría en un sitio donde nadie busque, como por ejemplo… a 3 km, justo en mi parcelita de media hectárea de extensión.

 

 

Latas de sardinas, mi tesoro escondido

Lo de buscar tesoros enterrados en mi parcela no es más que ficción, porque lo que yo me digo, con la cantidad de tierra que se ha movido por allí; los cimientos de la casa, el pozo, la piscina y todas las tuberías de riego, ya queda claro que el noble conde que dominaba aquellas latitudes, o se fundió su tesoro en guerras y concubinas o lo escondió en otro sitio.

De hecho, cada vez que hay una fuga en una tubería, porque alguna raíz la ha machacado y tengo que abrir una zanja para repararla, lo más probable es que me encuentre latas de sardinas o restos de ladrillos.

Oye, y eso está muy bien, porque es la señal de que la tubería está cerca y tengo que picar con más cuidado. En las obras profesionales se hace, se entierra por encima una cinta de plástico de diferentes colores, para saber si lo que hay debajo es una tubería de agua, de gas, cable eléctrico…no provoques un apagón en toda la ciudad.

Y te preguntarás ¿por qué eso de enterrar latas y escombros? Pues por una sencilla razón, porque así no ocupan espacio en el cubo y se reduce la frecuencia de llevarlo al contenedor que está a 200 metros.

Además, existe una extraña propiedad de la física que indica, que la cantidad de tierra que sacas de una zanja no es suficiente para rellenarla después por completo. ¿Te sorprende? Pues prueba a hacerlo.

 

¿Y otros sitios donde esconder las cosas valiosas?

Dentro de tu propia casa, cada uno se busca los sitios donde guardar los objetos de valor y, con los tiempos que corren no es mala idea.

Lo malo es que con los años lo mismo se te olvida. O, aunque a ti no se te olvide, puede que el resto de la familia no esté al tanto.

Una vecina de casa me contó que cuando murió su padre, como su ropa no era precisamente la más moderna, decidió donarla a la parroquia. Por suerte tuvo la buena idea de revisarla antes porque por dentro del forro de una americana, aparecieron unos cuantos billetes.

No fue gran cosa, eran billetes de mil pesetas que ni siquiera estaban en circulación, pero los cambió por euros en el Banco de España y le dio para unos cuantos caprichitos.

Más curioso aún fue lo que le ocurrió a un amigo que compró una casa muy vieja. Como no andaba muy bien de presupuesto decidió que tirar las paredes lo haría el mismo para ahorrar costes.

Un día descubrió una pared falsa que escondía algo. Eran unas bolsas con lo que parecían papeles y, por un momento se frotaba las manos soñando que fueran billetitos. Ya se veía contratando una cuadrilla para que fueran ellos los que tiraran las paredes, pero su gozo en un pozo en cuanto abrió la primera bolsa.

Lo que encontró dentro no fueron más que recortes del Interviú de los primeros tiempos del destape. Se ve que el dueño anterior tenía una mujer de las de armas tomar y esas pequeñas “distracciones” las tenía que esconder bien para que no se las requisaran.

Una decepción, aunque para aquel hombre ese era su pequeño tesoro.

Si al menos en lugar de recortes hubieran sido las revistas enteras, esas primeras ediciones seguro que tenían algún valor. Pero el anterior inquilino lo recortó centrándose en lo que digamos, no era texto.

Total, para leer ya tenía el periódico.

 

Un cadáver en mi jardín

Como ya imaginarás es poco probable que te encuentres un tesoro escondido en el jardín trasero de tu casa, pero cosas raras, es posible.

Una mujer de Ohio compró una casa nueva y cuando estaba cavando para poner unas plantas decorativas, descubrió aterrada que en su jardín tenía una alfombra enrollada bajo tierra.

¡Dios mío, un cadáver en mi césped!

Presa del pánico, llamó a la policía que se presentó allí con un equipo de forenses dispuestos a recolectar pruebas del finado.

Tras escarbar un poco sacaron la alfombra y al desenrollarla, descubrieron que se trataba de…una alfombra sin nada dentro.

Pero claro, dime tú que no pensaste lo mismo que la mujer Ohio. ¡Es que el cine ha hecho mucho daño!

El dueño anterior debía ser como mi padre, ya que abres una zanja, aprovechas para deshacerte de cosas de una manera más cómoda que cargar con ellas hasta el punto limpio correspondiente.

 

Pero no todas las sorpresas están bajo tierra

¡Qué gotelé más original!

Eso es lo que pensó una familia que acababa de comprar una casa vieja en el campo en cuyo exterior, la pared presentaba unos bultitos decorativos.

Me imagino que no mirarían con mucho detalle porque cuando decidieron lijarlo, descubrieron que los bultos eran, en realidad, pequeños huesos humanos pegados a la pared.

Un lugareño muy anciano les explicó que siglos atrás era costumbre hacer eso para espantar a los espíritus. Explicaciones aparte, me da a mí que la familia puso en venta la casa y se fue a una moderna de hormigón sin sorpresas.

Aunque tampoco el hormigón te libra de ellas. Si eres aficionado a las pelis de mafiosos del Chicago de los años 30, sabrás que era costumbre hacer desaparecer los cadáveres de la banda rival tirándolos a los cimientos de los rascacielos.

Ahora los espíritus se mueven por las bajantes del edificio. Por eso hacen tanto ruido las cañerías, ¡son los espíritus quejándose de que les echas tu mierda encima!

 

No estaba de parranda, este sí estaba muerto

A diferencia de la canción de Peret, una japonesa se encontró los restos de su hermano en un sótano.

Hasta aquí todo parece normal. Lo curioso es que aparecieron en el sótano de su propia casa, que ahora había heredado la hermana.

A mí me huele mal, me da la sensación de que la buena señora no buscó muy bien a propósito. Se ve que quería heredar la casa sin complicaciones y si lo encontraba moribundo…lo mismo sobrevivía, ja, ja.

 

Y esto es todo por hoy. Ya sabes, si te dedicas a hacer agujeros por el jardín, lo menos probable que te encuentres será un tesoro escondido, aunque si no es ese el caso, no te pido que compartas el botín, tan solo que nos lo cuentes.

 

Ah, para que veas que lo que te cuento no me lo invento sino que es fruto de una profunda investigación, te dejo el enlace a la noticia.

 
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