La gran estafa

 

Una de estafadores y sus divertidos fraudes

 

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En un estudio reciente, la agencia calificadora de riesgos Moody’s relataba los casos más curiosos de estafas, o “contabilidad creativa” si lo prefieres, que algunas empresas empleaban para defraudar y pagar menos impuestos. Vamos a verlas, porque tienen su lado humorístico.

 

Estafadores o pluriempleados, esa es la cuestión

Ser muy trabajador es algo que siempre ha sido digno de admiración, pero hay algunos que se pasan un poquito y ya comienza a oler a fraude.

De hecho, en este estudio de Moody’s, se ha descubierto a algunas personas que ocupaban una cantidad exagerada de puestos de trabajo. El récord absoluto lo ostentaba una persona que tenía asignadas más de 5700 funciones en casi 3000 empresas.

Eso sí que es un ejemplo de productividad…o de fraude fiscal quizás. No quiero ser malpensado, pero me recuerda mucho a esos políticos, o sus familiares, que son consejeros en 20 o 30 empresas. Todas ellas públicas por supuesto.

¡Solamente con entrar a ver el correo corporativo de cada una de ellas se te va una semana!

Así que viendo esto, no te quejes si tu jefe te da cada día más trabajo, ya ves que hay auténticos hombres orquesta que trabajan mucho más que tú.

 

Todo lo contrario, también tiene un tufillo a timo

Con tal de defraudar a Hacienda hay quien inventa lo que haga falta. Justo lo contrario que en el caso anterior tenemos esas empresas en las que hay un exceso de directivos.

Recuerdas ese chiste de las regatas en las que se empieza con 9 remeros y un timonel, y en el que después de varios análisis de consultores se acaba con 1 remero, 1 timonel, 1 asistente de timonel, 1 gestor de mareas, 1 supervisor de achique…

Pues algo similar es lo que se descubrió en una empresa que contaba con nada más y nada menos que 292 consejeros. Para una empresa privada suena excesivo, pero desde el palacio de la Moncloa todavía se escuchan las carcajadas… ¡no llegan ni a 300! repiten entre risas.

 

¿Estafar con la edad? Un pequeño fraude (no) fiscal que hacemos todos

¿Quién no se ha quitado o puesto algún añito a conveniencia? Según cumples años te vas restando alguno y cuando eres adolescente te los añades. Así somos de caprichosos los humanos ¡nunca contentos con la verdadera edad!

Todos hemos oído hablar de la historia de ese empresario de éxito que fundó la empresa y que sigue el frente de la misma eternamente, como si no se fiara de su descendencia.

Pues parece ser que es algo más frecuente de lo que nos imaginamos, o es que hay algún chanchullo detrás. En todo el mundo, hay más de 200 personas que, con la friolera de 123 o más años, dirigen sus empresas.

¡Si es que trabajar te mantiene joven! Je,je,je.

Ese es el sueño húmedo de todo funcionario de la Seguridad Social, trabajadores que van de la oficina al cementerio sin cobrar la pensión. Unos buenos patriotas, diría el ministro.

 

Estafa de Ponzi o el mayor estafador de Wall Street, Madoff

 Y ya que hablamos de las pensiones, me vienen a la mente los fraudes financieros de estilo piramidal.

Carlo Ponzi, un estafador italiano da nombre a este tipo de fraudes. El sistema es bien sencillo, recaudas dinero de unos incautos y les haces pensar que lo inviertes en negocios prósperos que obtienen enormes beneficios.

Las grandes ganancias, que solo se ven sobre el papel, generan un efecto llamada que hace que nuevos inversores, avariciosos e ilusos, aporten su dinero. Todo marcha estupendamente hasta que los clientes comienzan a retirar sus beneficios para darse la vida padre. Llega un momento en que los flujos de dinero entrantes son menores que los salientes y el chiringuito financiero se va al garete.

Esta estafa piramidal, perseguida por las autoridades, está prohibida, pero no para todos. ¿No te recuerda esto al actual sistema de las pensiones? Donde los pagos de los pensionistas se sufragan con las aportaciones de los que trabajan en la actualidad.

Da un poquito de miedo, ¿no te parece?

“Este bloque está patrocinado por los planes de pensiones del Banco…”

Un sistema de Ponzi es lo que practicó el amigo Berni Maddof hasta que lo pillaron. No, el tito Berni es otro un tanto menos sofisticado. A ese le iba la estafa habitual de los chanchullos de nuestros políticos.

 

Productividad o fraude, eso hay que estudiarlo

Antes hablábamos de las empresas con excesivo número de directivos, pero si tienes empleados muy productivos, todo se sostiene.

Seguro que has oído hablar de eso de “trabajar como chinos”. Pues no es un invento sino literal. Una empresa textil china ha llevado la productividad a límites insospechados, es capaz de facturar más de 2000 millones de dólares con tan solo un único empleado en plantilla.

Y todavía a algunos nos sorprende el progreso económico de ese país. Venga, ¡deja de leer y ponte a trabajar! Que hay que ser productivo como chinos.

 

Hasta los muertos estafan

Eso es lo que deben pensar muchos inspectores de Hacienda persiguiendo a algunos contribuyentes imaginativos.

Resulta que hay más de 22000 empresas registradas en las pirámides de Giza. Imagínate la situación, el inspector de Hacienda llega a domicilio social de la empresa y se encuentra que es una pirámide. No me veo yo a las momias dando muchas explicaciones sobre el origen de sus tesoros.

Aunque tal y como se las gastan, para aprovechar el viaje, lo mismo aprovechan para hacerle una inspección al del puesto de souvenirs, que algo seguro que le encuentran.

Otros sitios curiosos en los que se registran muchas empresas son, por ejemplo, un centro comercial de Pretoria (Sudáfrica), donde hay registradas más de 60000 y no creo que el sitio sea tan grande como para ello.

Como curiosidad decirte que en España hay un domicilio cuya dirección tiene asignadas más de 8000 empresas de nombre chino. Pero es que ya se sabe lo trabajadores que son, la familia que viva en esa casa puede estar muy pluriempleada.

También los gibraltareños deben ser muy currantes y con un gran espíritu emprendedor. Según estimaciones, hay una empresa por cada habitante del peñón. ¡A ver si es que los monos también están dados de alta como emprendedores!

 

Tomadura de pelo o vacío legal

Una historia que me hizo mucha gracia cuando la escuché fue la de la gallega que se hizo propietaria del sol. Sí como lo oyes, ese solecito mañanero que tanto te gusta tiene propietaria.

Un día de 2010, esta mujer se presentó en la oficina del notario, que pensaría que aquello era una cámara oculta, y pidió registrar el astro rey a su nombre. Parece ser que consultó con el colegio de notarios y le dijeron que no podía negarse.

Como dueña de un bien, pues quiso explotarlo y se dedicó a hacer parcelitas y venderlas en Ebay. Sobre plano claro, que nadie quiso ir a verlas in situ. Sacó a la venta 10000 parcelitas a un precio ridículo de 1€ cada una. Además, emitiendo un certificado de propiedad.

Cuenta la paisana que el primer día ya vendió cerca de 100 terrenitos, o nunca mejor dicho, solares. Lo malo es que Ebay le canceló la cuenta y, tras un tiempo pleiteando en un juzgado que admitió a trámite una demanda así, concluyó que aquello no podía ser objeto de transacciones comerciales y que la cuenta estaba bien cerrada.

Hay gente que compra estrellas para regalárselas a su amada. Esto lo veo más sensato, el sol al menos lo vemos a simple vista, no como algunas estrellas que han comprado algunos, que ni se sabe por qué constelación andan.

Tomadura de pelo o espíritu emprendedor

Pero esta mujer gallega es toda una emprendedora y, ya que no podía parcelar el sol y venderlo a cachitos, sí que podía hacer negocio con su producto, los rayos solares.

Para ello se reunió con el Ministerio de Industria. Yo no sé si serán delirios de esta mujer o es que en el ministerio reciben a cualquiera, que la vida de funcionario es muy aburrida y casos como este les dan vidilla.

El caso es que, ante unos funcionarios que no tendrían la misma cara de aburrimiento habitual, explico que, siendo la dueña del sol, tenía que cobrar un canon por su uso y disfrute.

Además, que ella era una mujer solidaria y no pretendía cobrarle al sufrido ciudadano, sino solo a las empresas eléctricas que se forran poniendo paneles solares.

Yo, en su lugar no insistiría, porque si dices que eres la dueña del sol, a ver si te hacen responsable de las quemaduras de los veraneantes en la playa, que España la visitan muchos guiris y son todos muy blanquitos.

 

Y aquí terminamos con la crónica del fraude, pero si te gusta el tema, te recomiendo la serie de Anna Delvey, la estafadora rusa de la que Netflix hizo una serie. Espero que solo te divierta y no te de ideas.

Si conoces alguna otra estafa divertida, compártela con todos en los comentarios.

 

P.D.: la foto que ilustra esta entrada está generada con IA, pero qué lista es la “jodía”. Aunque quizás no tanto, me ha hecho al tipo con 3 brazos!!!!!

 

 

 

 
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